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Delicadeza con mucha personalidad
El medusa piercing es versátil y se adapta a distintos estilos, desde los más minimalistas hasta los más atrevidos. Puedes lucirlo con un stud sencillo para un toque sutil o con una joya decorativa si buscas algo más llamativo.
Esta perforación combina muy bien con otros piercings de labios, como el labret piercing o el Labret Vertical, creando una simetría atractiva entre la parte superior e inferior de la boca. También puede acompañarse con un smiley, que añade un detalle original al sonreír.
El piercing medusa se ha convertido en una tendencia dentro del mundo de la joyería facial, tanto en hombres como en mujeres. Su ubicación centrada aporta equilibrio y realce a los labios, lo que lo hace ideal para quienes desean un look moderno y elegante.
Además, puede formar parte de composiciones más creativas. Por ejemplo, combinarlo con un Dahlia piercing en las comisuras aporta un toque atrevido, mientras que junto a un Piercing en la Lengua crea una armonía entre las perforaciones visibles y las ocultas.
Cuidar un medusa piercing correctamente es clave para evitar complicaciones. Durante las primeras semanas, es recomendable usar enjuagues bucales sin alcohol y limpiar la zona con suero fisiológico dos veces al día.
Evita el contacto directo con maquillaje o cremas, y no retires la joya hasta que la perforación esté completamente cicatrizada (normalmente entre 6 y 10 semanas). Una vez curado, puedes experimentar con distintos estilos o combinarlo con un Piercing Jestrum para un look más rompedor.
El dolor es leve a moderado y el proceso es rápido, especialmente si lo realiza un profesional experimentado.
Entre 6 y 10 semanas, dependiendo del tipo de joya y los cuidados posteriores.
Los studs de titanio o acero quirúrgico son los más recomendados por su seguridad y resistencia.
Sí, combina perfectamente con labret, dahlia, lengua, smiley o jestrum para un estilo completo y equilibrado.