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Estilo que nunca pasa desapercibido
El piercing de la nariz es perfecto para quienes buscan un detalle sencillo pero lleno de personalidad. Puede llevarse con un pequeño stud brillante, un aro delicado o incluso con piezas más llamativas según el estilo de cada persona.
Dentro de las opciones más conocidas está el Piercing Nostril, un clásico que nunca pasa de moda y que se adapta tanto a un look casual como a uno más elegante. Es una de las formas más comunes de iniciarse en los piercings de la nariz.
El piercing nariz mujer es uno de los favoritos porque permite jugar con diseños delicados, minimalistas o con piedras brillantes que realzan la expresión facial. Por su parte, el piercing nariz hombre suele apostarse más por aros sencillos o studs metálicos que aportan un toque moderno y discreto.
Ambos estilos han crecido en popularidad gracias a la gran variedad de joyas disponibles. Entre los más llamativos destaca el Piercing Septum, elegido por quienes buscan un estilo atrevido y diferente.
Llevar un piercing en la nariz es una forma de personalizar tu estilo y destacar tu rostro. Puedes optar por un único pendiente o combinarlo con otros piercings en oreja o labios para un look más completo.
El nariz piercing se ha convertido en un accesorio versátil que se adapta a diferentes ocasiones: discreto en el día a día o protagonista en estilos alternativos. Lo mejor es que puedes elegir entre diseños clásicos o innovadores para que tu piercing de la nariz encaje con tu personalidad.
El dolor es leve a moderado, ya que atraviesa cartílago blando, y suele ser rápido si lo realiza un profesional.
El tiempo de cicatrización suele ser de 2 a 4 meses, dependiendo de los cuidados posteriores.
Se recomiendan pendientes de titanio o acero quirúrgico, ya que son seguros y reducen el riesgo de infección.
Sí, es común llevar un nostril junto a un septum, creando un estilo equilibrado y llamativo.