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Equilibrio perfecto entre estilo y diseño
El piercing tragus se ha convertido en una tendencia muy popular tanto por su ubicación única como por las múltiples formas de personalizarlo. Puedes optar por un aro sencillo para un look minimalista o por un pendiente brillante que atraiga todas las miradas.
Este piercing funciona muy bien en composiciones con otras perforaciones. Por ejemplo, se complementa con un Hélix, que resalta en la parte superior del cartílago, creando un contraste visual equilibrado en toda la oreja.
También combina de forma elegante con un rook piercing, ubicado en el pliegue interno del cartílago superior, aportando profundidad al conjunto. Si buscas algo más llamativo, el piercing industrial añade una barra recta que recorre la parte superior de la oreja, generando un estilo más atrevido y moderno.
Piercing tragus mujer y hombre en tendencia
El piercing tragus mujer es uno de los favoritos porque permite jugar con estilos delicados, elegantes y femeninos. Diseños con piedras o pendientes pequeños son perfectos para dar un toque distintivo sin sobrecargar la oreja.
Por otro lado, el piercing tragus hombre suele elegirse en materiales como titanio o acero quirúrgico, apostando por aros lisos o studs discretos que encajan en looks modernos y sobrios. Este piercing también combina muy bien con un Conch, logrando un estilo más atrevido y completo.
El piercing oreja tragus no solo es llamativo por sí mismo, sino que también es perfecto para crear composiciones personalizadas. Al situarse en el cartílago interno, aporta un punto central de atención que puede equilibrarse con otras perforaciones.
Una de las combinaciones más habituales es llevarlo junto a uno para la parte del lóbulo, que aporta la base más clásica. También queda genial acompañado de un Daith, ya que ambos se ubican en el interior de la oreja y generan un efecto muy armónico.
El dolor es moderado, ya que atraviesa cartílago, aunque suele ser rápido y soportable con un perforador profesional.
Suele cicatrizar entre 3 y 6 meses, dependiendo de los cuidados posteriores y del material de la joya.
Los de titanio o acero quirúrgico son los más recomendados, ya que reducen riesgos de infección y favorecen la cicatrización.
Sí, es muy común integrarlo con hélix, conch, lóbulo o daith, logrando una oreja equilibrada y llena de estilo.