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Brillo suave y sofisticado
Cada piercing champagne está elaborado con cristal pulido para resaltar sus matices dorados. Su acabado translúcido y brillante aporta profundidad visual y un toque de lujo sin excesos, ideal para un look cuidado y natural.
Combina de maravilla con el tono pastel del ópalo rosa, para un contraste suave, o con el brillo verde del cristal esmeralda, si buscas un resultado más elegante y llamativo. Esta piedra destaca especialmente en piercings de oreja o nariz por su luminosidad equilibrada.
Los piercings champagne se caracterizan por su color atemporal, que combina a la perfección con tonos neutros y metálicos. Su brillo dorado suave aporta luminosidad sin resultar recargado, convirtiéndolo en una joya versátil y sofisticada.
Si prefieres un toque más brillante, puedes combinarlo con el reflejo cambiante del cristal aurora boreal, o con el efecto multicolor del vitral, creando composiciones con personalidad y movimiento. Cada pieza aporta una sensación de calidez y equilibrio visual.
El cristal champagne es resistente, pero requiere un cuidado adecuado para conservar su tono y brillo característicos. Límpialo suavemente con un paño seco y evita el contacto con productos abrasivos o humedad constante.
Guárdalo en un estuche individual para proteger su superficie y mantener intacta su luminosidad. Con un mantenimiento básico, tu piercing champagne conservará su brillo dorado y su acabado pulido durante mucho tiempo.
Sí, su color cálido se logra mediante cristal de alta calidad tallado con precisión para reflejar matices dorados naturales.
Se asocia con la celebración y la elegancia, aunque su principal atractivo está en su color dorado y su reflejo cálido.
Sí, combina muy bien con tonos claros como el ópalo blanco o con reflejos intensos como el vitral.
Sí, es ligero, elegante y cómodo, ideal para llevarlo a diario sin perder su brillo natural.