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Un toque rosado y sutil
Cada piercing de cuarzo rosa está tallado con precisión para resaltar el brillo característico de la piedra. Su acabado pulido y translúcido le otorga un aspecto elegante y armonioso, perfecto para looks naturales o sofisticados.
Este tono combina muy bien con la frescura azulada de la turquesa, o con el reflejo claro del jade blanco, aportando equilibrio y contraste al conjunto. Además, su textura suave encaja perfectamente en piercings de oreja o nariz.
Los piercings con cuarzo rosa son una opción ideal para quienes valoran la sencillez y la belleza natural. Su color pastel y su brillo sutil añaden un toque romántico y femenino sin resultar exagerado.
Si prefieres un estilo con más presencia, el cuarzo rutilado aporta matices dorados que contrastan con el rosa, mientras que el negro ónix introduce un aire moderno y sofisticado. Su versatilidad lo convierte en un básico de la joyería corporal.
El cuarzo rosa es una piedra semipreciosa resistente, pero conviene cuidarlo adecuadamente para conservar su brillo y su tono natural. Límpialo con un paño suave y evita la exposición prolongada a la humedad o perfumes.
Guárdalo por separado de otras piezas para evitar pequeñas rayaduras. Con un mantenimiento básico, tu piercing cuarzo rosa conservará su aspecto impecable durante años.
Sí, es una piedra semipreciosa auténtica de tono rosado claro, muy valorada por su brillo y su acabado natural.
Se asocia con la armonía y el amor, aunque su mayor valor está en su color suave y su belleza natural.
Sí, su superficie pulida y su ligereza lo hacen cómodo y duradero para llevar a diario.
Con jade blanco para un look equilibrado o con negro ónix para un contraste más elegante.
