Con Onai obtén un 20% en tu primera compra con un pedido mayor a 19€.
Pureza y elegancia en equilibrio
Los piercings jade blanco destacan por su estética limpia y su versatilidad. Su color neutro combina con cualquier metal, especialmente con titanio, acero o acabados dorados, creando contrastes elegantes y modernos.
Si prefieres un look más colorido, el cuarzo rosa aporta un toque suave y femenino, mientras que la turquesa ofrece un contraste vibrante ideal para looks más boho. Su superficie lisa y brillante hace que el jade blanco sea perfecto para un acabado refinado y minimalista.
El jade es una piedra natural reconocida por su resistencia y durabilidad, lo que la convierte en una excelente elección para piercings de uso diario. Su color blanco le otorga un aspecto sofisticado y adaptable a cualquier tipo de joya.
Los piercings de jade se ven especialmente bien en combinación con piedras oscuras como el negro Ónix o con minerales de textura brillante como el cuarzo rutilado. Esta mezcla crea contrastes visuales elegantes sin perder armonía.
El jade blanco es un material resistente, pero para conservar su brillo natural se recomienda limpiarlo con un paño suave y seco. Evita el contacto con perfumes, cremas o productos abrasivos.
Si te gusta mantener un conjunto equilibrado de tonos naturales, puedes combinar tu piercing jade blanco con piezas de ágata musgosa, logrando una composición visual fresca y moderna.
Sí, se trata de una piedra semipreciosa natural tallada y pulida para ofrecer un acabado brillante y uniforme.
Tradicionalmente se asocia con la serenidad y la claridad, aunque su atractivo principal es su estética pura y elegante.
Sí, siempre que esté montado sobre materiales hipoalergénicos como titanio o acero quirúrgico.
Con cuarzo rutilado o negro ónix para un contraste elegante, o con turquesa para un toque más colorido.