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La labradorita es una piedra fascinante por su juego de reflejos iridiscentes, que van desde el azul profundo hasta destellos dorados y verdosos. Esta gema se asocia con la intuición, la transformación y la protección energética, siendo ideal para quienes están en constante evolución personal. Su apariencia mágica y cambiante hace que cada pieza sea única, como un pequeño universo que captura la luz y la convierte en símbolo de fuerza interior.
En nuestros piercings, la labradorita se integra en diseños hipoalergénicos, cómodos y con acabados de alta calidad, pensados para quienes buscan una joya que no solo destaque por su belleza, sino también por su significado. Su elegancia discreta y su energía protectora la convierten en un complemento perfecto para quienes viven desde la introspección, el crecimiento y la autenticidad.
Creemos que las joyas no solo adornan, también comunican quién eres. Por eso, en Onai hemos seleccionado con mimo cada piercing de labradorita, una piedra que simboliza la intuición, la transformación y la protección interior. Sus reflejos cambiantes y luminosos evocan misterio y profundidad, ideales para quienes viven en constante evolución y valoran lo que no se ve a simple vista.
Llevar labradorita es llevar contigo una piedra profundamente conectada con la intuición, la transformación personal y la protección energética. Esta gema semipreciosa es conocida por su aspecto cambiante, con reflejos iridiscentes que parecen encenderse con la luz, y por su capacidad para acompañar procesos de crecimiento interior y descubrimiento. Es ideal para personas sensibles, creativas o que están en etapas de cambio o evolución.
Intuición y sabiduría interior: estimula la percepción más profunda y favorece la conexión con la voz interna.
Transformación personal: se asocia a los ciclos de cambio y renacimiento, ayudando a dejar atrás lo que ya no aporta.
Protección energética: actúa como escudo ante energías externas negativas o entornos emocionalmente cargados.
Claridad mental y creatividad: ayuda a calmar la mente y favorece la inspiración, la concentración y la imaginación.
Conexión con lo espiritual: considerada una piedra de conciencia elevada, ideal para quienes buscan equilibrio entre lo material y lo emocional.
Para limpiar un piercing de labradorita, es fundamental hacerlo con cuidado, ya que esta piedra es sensible a productos agresivos y a los cambios bruscos de temperatura. Utiliza agua tibia y jabón neutro aplicado con una gasa o paño suave para limpiar tanto la parte metálica como la piedra. Evita el uso de alcohol, limpiadores químicos o cepillos duros que puedan dañar su superficie y su brillo natural. Después de la limpieza, aclara bien y seca con un paño limpio y sin pelusas antes de volver a usarlo.
