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Marca tu estilo con seguridad y personalidad
Los piercing tops son el complemento perfecto para quienes buscan una joya versátil y expresiva. Diseñados para ser intercambiables, te permiten renovar el look de tus piercings sin cambiar toda la pieza, aportando variedad y personalidad a tu estilo. Desde diseños minimalistas hasta formas más decorativas o con cristales, cada top está pensado para integrarse con armonía en tu rutina o en tus momentos más especiales.
Fabricados en materiales seguros y resistentes como el titanio o el acero quirúrgico, nuestros tops son aptos para pieles sensibles y compatibles con perforaciones nuevas o cicatrizadas. Ideales para nostril, barra curva, labret o tragus, esta categoría te permite explorar nuevas combinaciones y adaptar tu joya a tu identidad única con elegancia, comodidad y carácter.
En Onai creemos que cada top para piercing es mucho más que una pieza intercambiable: es una forma sutil de expresar quién eres. Por eso cuidamos cada detalle en su diseño, seleccionando materiales seguros y formas que conectan con tu estilo personal. Desde los tops más delicados y minimalistas hasta los más atrevidos y decorativos, cada uno está pensado para quienes desean reinventar su joya con elegancia, autenticidad y personalidad propia.
No siempre. Los piercing tops están diseñados para encajar en bases específicas, por lo que es importante comprobar la compatibilidad antes de combinarlos. Algunos se ajustan mediante rosca interna o externa, y otros con sistemas a presión (push-in o threadless). Asegúrate de conocer el tipo de cierre y el grosor del poste (normalmente en milímetros) para que el top encaje correctamente y quede bien sujeto.
Tras realizarte una perforación, es habitual que durante los primeros días experimentes cierta molestia, algo de enrojecimiento o una inflamación leve. Estas reacciones suelen formar parte del proceso natural de cicatrización. No obstante, si en lugar de mejorar los síntomas se intensifican, conviene estar alerta.
Algunas señales que podrían indicar una infección incluyen:
– Dolor continuo que no mejora o que se incrementa con el paso de los días.
– Un enrojecimiento persistente que se extiende más allá de la zona perforada.
– Inflamación excesiva o aparición de una zona dura al tacto.
– Supuración de un líquido espeso de color amarillento o verdoso, acompañado de mal olor.
– Sensación de calor en torno al piercing.
– Fiebre o sensación de malestar general, especialmente si se da junto a otros síntomas.
Ante cualquiera de estas situaciones, es recomendable consultar con un profesional lo antes posible
