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Un clásico que nunca pasa
El piercing del ombligo se realiza en la parte superior o inferior del pliegue del ombligo, dependiendo de la anatomía y las preferencias personales. El modelo más común es el que atraviesa la piel superior, creando un efecto elegante y equilibrado.
Los piercings ombligo son conocidos por su versatilidad, ya que pueden lucirse con joyas discretas o diseños más llamativos con colgantes y piedras brillantes. Es un piercing que nunca pasa de moda y sigue siendo tendencia por su estética sensual y adaptable.
Aunque tradicionalmente el piercing en ombligo se asocia más a mujeres, cada vez más hombres optan por este estilo. El piercing ombligo mujer suele destacar por diseños decorativos con circonitas, colgantes o gemas, mientras que los modelos de piercing ombligo hombre tienden a ser más sobrios, con barras metálicas o acabados mate.
Ambos estilos permiten expresar personalidad y estilo, siendo una perforación que combina estética, comodidad y gran variedad de opciones.
Mantener una buena rutina de limpieza es fundamental para garantizar una correcta cicatrización del piercing de ombligo. Se recomienda limpiar la zona dos veces al día con suero fisiológico y evitar ropa ajustada o materiales que rocen la piel.
La cicatrización suele tardar entre 6 y 9 meses, dependiendo de la anatomía y del tipo de joya. Una vez curado, podrás cambiar la pieza por diseños colgantes, brillantes o minimalistas según tu estilo personal.
El dolor es leve a moderado y dura solo unos segundos; el proceso es rápido si lo realiza un profesional.
Entre 6 y 9 meses, dependiendo de los cuidados y del tipo de joya utilizada.
Las barras curvadas de titanio o acero quirúrgico son las más seguras y cómodas.
Sí, el piercing ombligo hombre y el piercing ombligo mujer son igual de comunes, solo varía el diseño según el estilo personal.