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Clásico, versátil y siempre actual
El piercing lóbulo oreja es ideal para quienes buscan un accesorio atemporal y adaptable. Puedes elegir studs pequeños si prefieres un look discreto o apostar por aros y pendientes brillantes para un estilo más atrevido. Esta perforación encaja tanto en el día a día como en ocasiones especiales.
Además, los lóbulos son el punto de partida perfecto para combinar con otros piercings. Por ejemplo, se integran muy bien con un piercing conch, que aporta protagonismo en el centro del cartílago, o con uno tipo Hélix, logrando un contraste equilibrado en la parte superior de la oreja.
El lóbulo piercing se ha convertido en la base de casi todas las composiciones de oreja. Gracias a su ubicación, puedes llevar una sola perforación o varios lóbulos en fila, generando un look moderno y personalizado.
Es un tipo de piercing muy versátil: se adapta tanto a un estilo minimalista como a diseños llamativos con piedras o detalles brillantes. También es habitual combinarlo con un Piercing Tragus, logrando una oreja equilibrada con puntos de luz en distintas zonas.
El piercing en el lóbulo de la oreja destaca porque ofrece comodidad, rapidez de cicatrización y una gran variedad de joyas. Desde aros finos hasta pendientes con circonitas, siempre encontrarás un modelo que encaje con tu estilo personal.
Este tipo de perforación también es perfecto para quienes quieren empezar a experimentar con composiciones. Un ejemplo muy popular es llevarlo junto a un piercing daith, ya que la combinación del interior del cartílago con la sencillez del lóbulo genera un resultado muy llamativo.
También puedes integrarlo con un piercing tipo rook, que añade un toque sutil en la parte interna del cartílago, o con un piercing tipo industrial, que aporta un contraste más estructurado y moderno en la zona superior de la oreja.
El dolor es muy leve porque atraviesa la parte más blanda, por lo que suele ser la perforación más sencilla.
Normalmente cicatriza en 6-8 semanas, más rápido que los piercings en cartílago como hélix o conch.
Se recomienda titanio o acero quirúrgico, ya que reducen riesgos de alergias o infecciones.
Sí, es común llevar dobles o triples perforaciones y personalizar el estilo con distintas joyas.